Quiénes Somos

Nuestra historia

OAfrica fue fundada por Lisa Lovatt-Smith en octubre de 2002.

Lisa es una autora consagrada cuya obra publicada incluye 16 libros sobre diseño y fotografía. Fue editora de la revista Vogue durante muchos años mientras vivía en España y Francia. En 2002, Lisa decidió hacer un voluntariado con su hija en un orfanato de Ghana. Allí conoció a más de 100 niños indigentes y abandonados que vivían en condiciones horribles, algunos llevados al orfanato por la policía o los trabajadores de asistencia social porque los padres de los niños habían muerto de enfermedades endémicas como la malaria, el sida o la tuberculosis. Sin embargo, muy a menudo los niños eran abandonados simplemente porque los padres no podían permitirse cuidar de ellos.

Esta experiencia cambió tanto la vida de Lisa que dejó atrás su glamuroso estilo de vida en Europa y se trasladó a Ghana a tiempo completo. Su deseo de ayudar a los niños fue duradero y sustancial, y la llevó a fundar OAfrica con el objetivo de garantizar que ningún niño tenga que crecer en un orfanato o institución, sin amor y con pocas perspectivas de futuro.
La filosofía de OAfrica ha evolucionado a lo largo de los años, pasando de ayudar a un pequeño grupo de niños en un orfanato a apoyar a cientos de niños en familias.
Creemos que ofreciendo a las familias una amplia formación para la crianza de los hijos, junto con educación, asistencia sanitaria y apoyo financiero, nos aseguramos de que los padres puedan cuidar de sus hijos, lo que se traduce en un menor número de niños abandonados o huérfanos y en una comunidad fortalecida. Nuestros programas se centraron inicialmente en ofrecer becas educativas como forma de mantener a los niños fuera de los orfanatos y en sus propias familias, junto con un programa paralelo para apoyar a los jóvenes traumatizados que salían del cuidado institucional sin apoyo ni planes para su futuro.
También desarrollamos un refugio integrado en una comunidad rural, especializado en la atención a bebés y niños con discapacidades mentales y físicas y a los afectados por el VIH o el SIDA. Nuestro refugio recibió un premio por su diseño ecológico y ha sido calificado de modelo en África Occidental, y apareció en numerosos documentales e informes de UNICEF.
En 2006, OAfrica adoptó una nueva política -en línea con las directrices de UNICEF, la ONU y el Gobierno de Ghana- para evitar el cuidado institucional (orfanatos) de los niños huérfanos y vulnerables (OVC) siempre que fuera posible. Bajo el lema «todos los niños merecen una familia», decidimos poner nuestro énfasis y recursos en el apoyo al sistema local de bienestar social en Ghana para fomentar la preservación de los lazos familiares.
A partir de 2007, colaboramos con el Departamento de Bienestar Social (DSW) y UNICEF para poner en marcha la Iniciativa de Reforma del Servicio de Atención. Ésta se creó para cambiar el modo en que se atiende a los huérfanos y niños vulnerables en toda Ghana. Fue un cambio significativo por parte del gobierno para pasar de la atención en instituciones a la atención en familias. Como un reflejo más de nuestro cambio de política, trasladamos a todos los niños de nuestro refugio a la atención familiar. La mayoría fueron colocados con sus familias extendidas, mientras que algunos, que necesitaban atención especial debido a discapacidades o abusos, fueron colocados en familias de acogida.
Cuando el Gobierno de Ghana lanzó su Plan de Acción Nacional sobre Huérfanos y Niños Vulnerables en octubre de 2010, OAfrica se enorgulleció de ser la única ONG privada de Ghana mencionada como socio ejecutor. Desde entonces, hemos desarrollado herramientas informáticas para el seguimiento de casos y hemos compartido nuestra experiencia en el rescate, la localización y la reunificación y la gestión de casos con muchos otros socios locales de protección infantil.
En 2012, la labor de Lisa en favor de los niños vulnerables fue reconocida por Face Africa (Nueva York) y por el prestigioso Premio Clarins Femme Dynamizante (París, Francia). El mayor reconocimiento ha hecho que OAfrica pueda llevar a cabo su apoyo a las familias con mayor coherencia, beneficiando a más de 5.000 niños y jóvenes al año. Muchos de estos niños han sido víctimas de la trata, se han visto afectados por el VIH o el SIDA, son discapacitados, son refugiados y víctimas de la guerra, han sido víctimas del trabajo infantil o han sufrido abusos sexuales y psicológicos.
En 2013, el tercer plan estratégico quinquenal de OAfrica esbozó una visión ambiciosa:
Crear un entorno en el que los huérfanos y los niños vulnerables crezcan en entornos familiares seguros, permanentes y afectuosos, con los cuidados y la protección adecuados y en igualdad de derechos y oportunidades.
Apoyar la aplicación del PNA mediante la migración de nuestros programas de apoyo a la familia, a otras partes interesadas especializadas y centrándose en las áreas de

(1) Desinstitucionalización – sacar a los niños de los orfanatos

(2) Localización y reunificación: reunir a los niños con sus propias familias o con familias de acogida
(3) Formación de padres, padres de acogida y trabajadores sociales para apoyar los programas de desinstitucionalización, localización y reunificación en la APN, de modo que los huérfanos inadecuadamente colocados en hogares (normalmente por razones de pobreza) puedan vivir en un entorno familiar.

Además de nuestra sede en Ghana, hoy OAfrica tiene oficinas registradas en Francia, Alemania, Italia, España, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, todas ellas compartiendo el objetivo común de concienciar y financiar las importantes iniciativas que se están llevando a cabo en Ghana.
En 2014, las memorias de Lisa «Mañana Quien Sabe» fueron publicadas por Weinstein Books en Estados Unidos y Reino Unido y por Random House en Australia, así como un audiolibro. En 2015, fue publicado por Arthaud en Francia y por Turner Libros en España. Lisa también dio dos charlas TEDX en Abiyán en 2015 y en Accra en 2016, así como muchas entrevistas en televisión, radio y prensa. Libro disponible aquí.

También en 2019, recibió el Premio LiberPress por ser una periodista que, desde su profesión, transforma, cambia y mejora, entendió que debía poner su capacidad de comunicación al servicio de los más pobres, trabajando y contando, con coraje y compromiso, la situación extrema que sufren muchos niños en África, a pesar de la peligrosidad de su trabajo. Un verdadero periodismo de combate y de humanidad.

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